Agentes federales de EEUU actúan en México para detener la caravana de migrantes
- Roman Leyva
- 23 ene 2020
- 2 Min. de lectura
El director interino del DHS, Chad F. Wolf, reconoció que "docenas" de agentes federales de inmigración están colaborando con las autoridades locales para detener y repatriar a los integrantes de una caravana que salió de Honduras la semana pasada.

Docenas de agentes federales del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) están actuando en México y Centroamérica para contener una caravana de migrantes que se dirige a la frontera sur de Estados Unidos en busca de asilo.
Así lo reconoció este miércoles el secretario interino del DHS, Chad F. Wolf, en una escueta declaración publicada en la página digital del departamento (ministerio).
“DHS está monitoreando de cerca la caravana, tenemos docenas de personal en el terreno en América Central que ayudan a los funcionarios locales de inmigración y seguridad, lo que ya ha llevado a la detención de cientos de personas y enviadas de regreso a sus países de origen”, precisó.
La caravana referida por Wolf salió la semana desde San Pedro Sula, Honduras, con cientos de migrantes cuyo objetivo es cruzar Guatemala y México, y pedir asilo en la frontera sur de Estados Unidos, un recurso legal disponible.
Se trata se la primera oleada en 2020, similar a otras caravanas que en los dos últimos años han originado una crisis humanitaria sin precedentes en la frontera entre México y Estados Unidos.
En 2018 Trump dictó una serie de medidas dirigidas a cambiar reglamentos de la política de asilo para negar protecciones a los migrantes, quienes huyen principalmente a causa de la violencia y la pobreza en sus países de origen.
Para el gobierno de Trump los argumentos presentados por los migrantes de las caravanas cuando piden asilo en la frontera no constituyen causa de asilo, y los acusa de aprovecharse de vacíos legales para forzar a las autoridades estadounidenses a procesar sus reclamaciones.
Una ley de 2008 prohíbe la deportación automática de menores procedentes de países que no tienen frontera con Estados Unidos, y exige que sea un juez de inmigración quien decida sus futuros en Estados Unidos. Pero debido a los más de 1 millón de casos acumulados en las cortes de inmigración, los procesos pueden demorar años.
A su vez, un Acuerdo Judicial de 1997 (Flores) prohíbe la privación de libertad de mejores en centros o cárceles federales, lo que fuerza al gobierno a tenerlos en centros especiales hasta que sus procesos migratorios serán resueltos.
Trump ha pedido al Congreso eliminar estas protecciones -incluso cuando los republicanos controlaron ambas cámaras entre 2017 y 2018-, pero el legislativo se opone a aceptar sus exigencias.
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